RESEÑA EL CORREO DE ANDALUCIA:

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todo en el mundo es sobre sexo, excepto el sexo.
El sexo es poder.

   La sexualidad ha generado desde la antigüedad una iconografía, en principio asociada a la fertilidad, que evoluciona y se complica con las narraciones mitológicas, adaptándose a culturas y sociedades. La cultura y la religión añaden al sexo complejidad y perversión, de la misma manera que suman pudor y prohibición, en un extraño equilibrio entre el bien y el mal.

  La erótica es un término de origen griego y latino que ha dado nombre al conjunto de objetos y conceptos relacionados con la pasión amorosa en el terreno físico, y ha servido de temática recurrente para el arte en todas sus disciplinas, desde la literatura a la plástica, la artesanía, el baile y en la modernidad al cine, convirtiéndose en una categoría cultural.

  Mucho se ha hablado del límite entre lo erótico y lo pornográfico, pero se demuestra que es una valoración personal o una imposición de la moral de cada época o territorio. Sirva de ejemplo la excusa de la que parte esta exposición, el Gabinete Secreto del Museo Arqueológico de Nápoles, donde se ocultaban de las miradas las piezas procedentes de las excavaciones de Herculano, Pompeya o Stabia, descubiertas entre 1738 y 1749 en las campañas promovidas por Carlos III siendo rey de Nápoles.

  En el gabinete encontramos una importante colección de objetos de carácter erótico y pornográfico, un huerto cerrado hasta 1819, momento en que con los necesarios permisos se empieza a poder visitar, aunque no es hasta 1971 cuando se abre al público. Aún hoy encontramos a la entrada la advertencia “Prohibida la entrada a menores de 14 años”, al tiempo que las redes sociales ofrecen material de peor estilo e incluso subversivo.

  Para el Arte nunca ha sido tabú tratar temas relacionados con el pecado de la carne, o cualquiera de los llamados pecados capitales, muy por el contrario ha servido para explorar cuestiones que generaban conflictos morales, y han despertado una especial curiosidad por tratar temas “oscuros”, ajenos a lo socialmente correcto y que se han ocultado del gran público, ocupando espacios de mayor privacidad que los salones.

  Las obras de esta exposición exploran cuestiones personales, que podemos englobar en diferentes arquetipos colectivos. 36 visiones que hablan de la belleza de la sensualidad, la intimidad, la fantasía, la perversión, la liberación o el trauma. Viejas y nuevas visiones de las relaciones de género, del poder o el conflicto, porque el tema de fondo no es otro que el gran patrimonio del Arte, la Libertad.

  Javier Parrilla, Abril 2021